La inversión extranjera directa en Cuba se ha convertido en una fuente para el desarrollo del país, y uno de los sectores más prioritarios es el turismo, especialmente el turismo de salud. En este contexto, los centros termales emergen como una oportunidad única para los inversores interesados en el creciente mercado de la salud en la isla.

El Centro Termal San Diego de los Baños, el más antiguo de Cuba, se destaca en este panorama. Ubicado en el municipio de Los Palacios, en la provincia de Pinar del Río, a 130 km al oeste de La Habana, esta institución posee una rica historia que data de 1632, cuando se descubrieron sus aguas medicinales, envueltas en leyendas milagrosas.

San Diego de los Baños ganó notoriedad internacional en el siglo XIX, atrayendo a celebridades como el científico Alejandro de Humboldt, el médico personal de Napoleón Bonaparte, el político Winston Churchill, y artistas de renombre como Édith Piaf y Frank Sinatra. En 1891, se estableció el primer baño natural permanente, y a mediados del siglo XIX, se construyó la instalación de aguas termales, mineromedicinales y peloides, que incluía 8 piscinas artificiales y 24 bañeras, recibiendo a miles de turistas anualmente.

Las aguas termales de San Diego de los Baños son del tipo sulfatadas-cálcicas, ricas en magnesio y azufre, con temperaturas entre 35 y 40 grados Celsius, provenientes de tres manantiales naturales: El Templado, El Tigre y La Gallina. Estas aguas y lodos mineromedicinales son ideales para tratar afecciones dermatológicas, digestivas, endocrinometabólicas, estomatológicas, ginecológicas, reumatismos, artritis, psoriasis, obesidad, estrés, y traumatismos neurológicos, además de ofrecer tratamientos de belleza.

El centro termal está enclavado en el pintoresco pueblo colonial de San Diego de los Baños, con una población de poco más de 3000 habitantes. La ubicación estratégica entre Soroa y Viñales, dos destinos turísticos de gran belleza natural, accesibles desde la autopista nacional en un viaje de dos horas desde La Habana, lo convierte en un lugar idóneo para combinar el turismo de salud con el de naturaleza y patrimonio en un entorno natural conservado.

La zona circundante cuenta con vastas áreas boscosas, fauna autóctona y un clima fresco y limpio, cercanas al Parque Nacional La Güira y la cueva Los Portales, reforzando su atractivo para los turistas que buscan una experiencia de salud integral en un ambiente natural y sereno.

En resumen, la inversión en el Centro Termal San Diego de los Baños no solo representa una oportunidad económica sólida, sino también un compromiso con la promoción de la salud y el bienestar, en armonía con la riqueza natural y cultural de Cuba.

Por: MSc. Dra. Patricia Alonso Galbán
Especialista de Comunicación de la CSMC, S.A.